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Carrera armamentista en el hogar: marcha atrás en seguridad

  • La inscripción de armas en Chile aumentó en un 12% en 2018.
  • Solo en la comuna de Las Condes se registran 144,4 armas por cada mil habitantes.
  • 6 de cada 10 homicidios se está cometiendo con armas de fuego.
  • Si bien las armas legales son un gran problema, gran parte de las armas legales e inscritas “se pierden” o son robadas y terminan en manos de delincuentes, o incluso de niños.
  • Cifras de PDI y Carabineros revelan que el 31% del armamento decomisado nunca fue inscrito en Chile (2019).
  • No existe evidencia que demuestre que armar a la población civil reduzca el índice de delitos. Al contrario, la violencia aumenta junto con accidentes en el hogar, a menudo fatales.
  • Hasta hoy existen propuestas por mejorar la ley de armas, su fiscalización y tenencia, e incluso incluir a la PDI como organismo de control (hoy DGMN). Sin embargo, esto es solo gestionar un problema que va en aumento.
  • Que civiles aprueben cursos de tiro o aprendan a usar armas de manera “responsable” no resuelve ningún problema de fondo.

Mientras en gran parte de los países de América Latina el problema de las armas está asociado a mercados ilegales y tráfico, en nuestro país, si bien esos fenómenos existen, gran parte del problema nace desde la misma legalidad. Las armas legales y correctamente inscritas son parte del problema que observamos en Chile, contrariamente a lo que se tiende a pensar. La experiencia internacional y nacional con respecto al uso de armas tanto para actos delictuales, baleos y accidentes, desmiente que la tenencia de armas por parte de civiles afecte de manera positiva la seguridad. La evidencia indica que la tenencia de armas aumenta no solo los niveles de violencia, sino  también de accidentabilidad. Esto desarticula lo que algunos sectores políticos o grupos de interés intentan instalar al promover la tenencia de armas por parte de civiles a modo de defensa frente a la delincuencia. Apuntan, finalmente, a argumentos similares a los que hemos visto por años en países como Estados Unidos, donde el porte de armas se ha transformado en una expresión política. No es necesario que profundicemos en el impacto que este armamentismo civil ha tenido en ese país, ya que en forma periódica nos enteramos por la prensa del grado de violencia con armas y las balaceras que tienen lugar en espacios públicos, como escuelas, centros de eventos, y que suele pagarse con no pocas vidas humanas.

En lo que respecta a la realidad chilena, gran parte de las armas usadas en delitos ha sido adquirida de manera legal y se encuentra correctamente inscrita. Dada la incapacidad de una regulación real y efectiva, muchas de estas armas simplemente se dan por perdidas o robadas. Hoy en el país, existen domicilios privados que cuentan con más de diez armas inscritas. El grueso de las armas es declarado para usos de defensa personal, llegando a un 53% de acuerdo a la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN). Solo el 35% está declarada para uso de caza y el 7% para deporte. Además, alarman cifras que hablan del aumento en la inscripción a nivel nacional: en 2018 las inscripciones aumentaron en un 12% respecto al 2017. Hoy en 15 comunas de Chile hay más de 100 armas inscritas por cada mil habitantes. Solo en Las Condes hay 144,4 armas por cada mil habitantes. Como si fuera poco, el 2018 las denuncias de armas en colegios aumentaron en un 57%.

Propuestas en el corto plazo

  1. Elaborar una nueva regulación para las armas de fuego en el país.
  2. Reinscripción de todas las armas de fuego en el país y suspender la venta de armas de fuego hasta que se actualice ese registro.
  3. Establecer un sistema de seguimiento de piezas, partes y municiones.
  4. Reactivar el programa “Entrega Tu Arma” en todo el territorio nacional.
  5. Ampliar e intensificar la fiscalización a fiscalizadores de armas.
  6. Aumentar los controles y la fiscalización de armerías.
  7. Focalizar en el decomiso de armas de fuego en manos de delincuentes, se trate de armas inscritas o ilegales.
  8. Revisar y fortalecer el rol de aduanas en puertos y pasos fronterizos con foco en ingreso de armas o sus partes.
  9. Retomar los planes integrales en barrios especialmente afectados como Parinacota, El Castillo, La Legua y Bajos de Mena.

Propuestas de mediano plazo:

Prohibición de la adquisición y tenencia de armas en manos de civiles para fines de defensa personal. 

La Fundación Chile 21 inició en junio  la campaña #DesarmemosChile con el objetivo de abrir el debate en torno a las armas de fuego en el país. Conoce más de esta campaña haciendo click AQUÍ

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